lunes, 9 de mayo de 2011

Las barreras del secreto y un feliz día de las madres.


En esta ocasión no tomaremos al erotismo, na mas por que hoy no tengo ganas… mejor contare una anécdota, es muy común para mi caminar, y caminar por mucho tiempo, en las calles de mi no tan contaminada, ruidosa, calurosa, transitada y lenta ciudad, me es muy agradable porque siempre voy con una canción en la cabeza y si vas detenidamente poniéndole atención se torna divertido, ir viendo como la rutina arma una perfecta coreografía es hasta gracioso sobre todo cuanto esta completa, en fin hoy al medio día mientras caminaba  (y me deshidrataba) note que había una chica de aspecto regular con el rostro serio, poseída por la preocupación… yo que sé, solo interprete el momento, no le puse mucha atención porque interrumpía el ritmo de la música que escuchaba, por fortuna me la volví a topar pero esta vez en un centro cultural muy conocido de mi ciudad, estaba en la cafetería de esta, seguía seria, muy seria, pero esta vez estaba con un chico, me imagine algo como una cita de las que suelen considerar los  demás como románticas, sé besaban, hablaban y todo lo rutinario, parecía algo común sin importancia (al menos para mi) hasta el momento en que la mujer se levanto discretamente eufórica, se topo con un segundo tipo, le pidió permiso al primero para encaminar al segundo (supuse) pero en cuanto el primer tipo dejo de verles estos se tragaron literalmente a besos.
La infidelidad en definitiva no me sorprendió, lo que me ha impactado fue la frialdad de aquella mujer en engañar a su “pareja” literalmente frente a él, eso me dejo pensando en que la sociedad se está quedando sin decencia o como diría mi madre “sin vergüenza”.
Esta acción más el día de las madres me recordó otro relato, uno de mis antiguos escritos.

Colisión

Todos aquellos que la acompañaban habían huido y ahora se encontraba escuchando a un policía regordete que le repetía una y otra vez lo que los enormes posters de gobierno decían en letras grandes. Verónica observaba al hombre con furia, no soportaba estar en ese edificio y lo que era peor metida en un cuarto pequeño custodiado por una defectuosa imitación de policía.

-¿Verónica Estrada se encuentra aquí?- se escuchó por el pasillo, mientras que una secretaria con más ganas de sexo que de trabajo atendía, frente una máquina que por el monitor exponía los mejores sitios de convivencias virtuales.

La madre una mujer muy guapa y fina entró al cuarto, sorpresivamente encontró a la joven sentada en una silla plástica, con el rostro rasguñado y el cuello secuestrado, engullido  por un collar grueso, un trozo de plástico acolchonado con esponjas y otras fibras; agradeció al señor el cuidado, de manera cortes  y apropiada, enseguida le pidió un poco de tiempo a solas con su hija.

El silencio invadió el cuarto justo después de que el policía salió, Verónica y su madre se observaron pero solamente la incomodidad obligó a la joven a levantar la voz:
-Y bien, que esperas; empieza con tu sermón-

La madre sentía como su sangre comenzaba a calentarse, sus ojos  se inundaban, la cabeza le zumbaba, la garganta se le dilataba y grito:

-¡Pero que pendeja eres!, como pudiste haberte robado el coche, y encima de eso lo terminas destrozando; ¿quien demonios te crees?-

La chica sonríe y luego suelta una ligera carcajada, enseguida unas gruesas lágrimas recorren su rostro, la chica se levanta y luego contesta:

-Primero el carro verdad  mamá, no me chingues por poco me muero y tú preguntas por el jodido carro, ¿sabes que? Ya, por favor paga la fianza y vámonos-

La madre temblaba, se sentía impotente, no observa se sentía ofendida.

-Pero ¿como puedes tener el cinismo de decir eso?, No tienes vergüenza, mira que tener que buscarte en estos lugares, acaso no nos tienes respeto, a nosotros, tus padres-

Verónica arrojo la bolsa sintética y se volvió contra aquella sulfúrica mujer:

- ¿padres? No mames, ahora quien es la cínica, a ver, a ver ¿y hasta cuando pretendías decirme que soy adoptada?-

La mujer enmudeció y de nuevo los ojos se le inundaron pero esta vez si se derramaron, busco entre la basura del suelo sus respuestas, sus ideas, su rostro; la mujer sintió débil, como cayendo por un profundo abismo. Verónica solo desvió su mirada y luego volvió a agregar-

-¡Ya! luego te deprimes ahora sácame de acá-
Aquellas palabras la tomaron por el cabello y la sacaron de aquel abismo, su sangre hervía de nuevo y concentrando toda su ira le arrojo una bofetada

- El que no seas de mi sangre no significa que no sea tu madre y además la revelación de tu origen no justifica tus acciones-
Verónica con furia le contestó:

-¿cómo quieres que te llame madre si en toda mi vida te has comportado como mi dueña? De verdad eres tan insoportable, Y no sólo yo pienso eso, también el hombre que se supone es mi padre lo hace, ¿o caso no te has dado cuenta que te esta engañando?-

La mujer, instintivamente, con un chillido horrendo estalló en una lluvia de golpes contra la chica, ésta sólo se retorcía en la silla, en un acto de defensa, tomando fuerza del vacío arrojo al otro extremo de la habitación a aquella mujer.

Verónica levanto el bolso que había derramado las cosas mas vánales de una adolecente, se acomodo el cabello, ajusto las pocas telas que cubrían su cuerpo, camino tranquila hacia la puerta y se paró justamente frente a ella, pero siempre dándole la espalda:

- No se preocupe, no pretendo regresar a su casa, no estoy dispuesta a soportar más su mal humor, ni al asqueroso de su marido, que por cierto, fue él quien me informo acerca de mi origen justamente mientras me violaba-

Abrió la puerta y salió con la misma tranquilidad, detrás se encontraba una masa de empleados que atónitos espiaban, con una discreción falsa, como poco a poco Verónica huía.

martes, 3 de mayo de 2011

La única literatura que se trafica:



Qué hay de nuevo banda de amigos imaginarios adictos a la lectura chatarra, sé que me he tardado un poquito, hay que son dos semanas con dos días… bueno realmente no había podido porque me encontraba en una residencia artística, la cual extraño mucho y ha marcado muchísimo mi vida, llamada EDELO, se encuentra en San Cristóbal de las casas Chiapas, un lugar que es genuinamente un espacio bohemio y artístico, se los recomiendo si algunas vez pasan por Sancris lleguen al EDELO, está en Flavio A. Paniagua #10.
Bueno en este tiempo que no he escrito nada, me he topado con un tema muy interesantemente morboso: lo erótico; bueno más bien era lo pornográfico, resulta que un escrito llego a dar una ponencia ha cerca de su trabajo y hablo ha cerca de su influencia que tuvieron las revistas de las “trabajadoras” una revista que no cae en lo pornográfico y que si prende lo suficiente, en fin resulta que uno de los profesores (cuyo nombre no mocionaré e intentaré no ser muy explicito para que no se sepa quién es) que suele visitar mi blog (chin ya la cagué jeje) también fue fanático de este erotismo popular (utilizare este termino pa que se escuche bonito no como “erotismo barato”) en fin me conto ha cerca de estos y sobre su influencia en nuestra sociedad, entonces me puso a pensar en que los comics de verdad influyen, pero los comics ya no son de mi generación, bueno si lo son todavía pero no como antes, esta vez los orientales invaden nuestras atenciones.
El manga es el equivalente del comic y de hecho en el manga existe un apartado muy grande de erotismo,  está el bajo que se considera Echi y el intenso denominado Hentai.
 En alguna de mis próximas entradas detallare ha cerca de estos dos términos y tal vez coloque algunos links, mientras piensen solo en el erotismo; esta vez les dedico a todos aquellos que alguna vez en la escuela ha traficado alguna de las literaturas eróticamente morbosas.

Después del felices por siempre

Al despertar de la noche nupcial, la bella princesa se lavó la cara, vio en aquel espejo de decorado exuberante el rostro de una mujer que no tenia pinta de princesa, se pregunto una y otra vez si acaso su apariencia había sido alterada por la noche, mientras fingía que disfrutaba de un acto que según la tradición era amor.

Se pasó el cepillo por los mechones dorados de su cabeza y acomodo las sucias sedas del lugar donde su labor como mujer se accionaba automáticamente; al bajar hasta la sala principal notó a su querido príncipe sentado en el trono de su padre, veía con codicia aquella corona que yacía guardad en una caja de cristal, a la derecha de aquel príncipe estaba su madre, una anciana decrepita con la cabeza caprichosamente cana y ligeramente calva que no para de hablar ridícula  y efusivamente,  a la izquierda de ambos estaba un joven apuesto que se encargaba de la seguridad de aquella familia de supuesta realeza.

Por lo general siempre que observaba a su príncipe también estaba ese joven, al principio no lo notaba, pero extrañamente y con las constantes cercanías se convirtió en el anfitrión de sus fantasías.

Una noche no aguanto más y de susurros cautelosos dejo escapar su secreto a aquella mujer de maquillaje extraño y con protuberancias en la espalda a la que reconocía como su madrina, aquella doncella espera palabras fuertes de aquel ser, pero vaya sorpresa que le dio, con una sonrisa enorme la abrazó y le dijo:

-de verdad creía que estabas ciega o hechizada o algo similar. Pequeña ya es suficiente, has entendido como funciona la realidad ahora anda, has que tu fantasía esta vez sí sea real, en especial para que dejes en paz mi varita que ya me he dado cuenta que la utilizas y no precisamente para concederte deseos y no es porque te haya visto hacerlo, más bien porque desde hace un tiempo huele extraño -

La chica le respondió con una bofetada, luego corrió a refugiarse en su cama, pero entre las sedas escondió una risita que la hada la tomo como disculpa.

Cierta noche la Princesa se encontraba entre los jardines y por una casualidad extraña también se encontraba el apuesto guardián, enseguida la ansiedad se poso sobre ella y despavorida corrió completamente llena de pudor, pero esta termino tropezándose solo el estanque freno su caída; el guardián la noto y enseguida acudió a auxiliarla, pero al ver a aquella doncella de piel intensamente pálida de pechos firmes y pezones rosados, las piernas frágiles pero al mismo tiempo dignas y su respiración, una respiración que le inducia a tomarla, aquella mujer estaba en pánico, escondía su rostro para no toparse con la de aquel, un rostro perfilado de labios sumamente rojos, ojos en un azul fulminante y un cabello de un castaño brillante escondido detrás de un casco sucio, pero fue fatal bajar la mira porque noto que aquellas ropas empapadas que le cubrían permitían en traslucidos benditos delinear su dorso, un dorso magníficamente esculpido, seguro, tibio, era la completa materialización de sus deseos, tomando fuerza de todo lo que podía intento resistirse pero aun así su deseo fue vencedor, se encontraba desnudando a su anfitrión, no sedas, algodones, metales o lienzos solo su piel pálida rozándose con las de aquel joven, el aire se había quedado sin aromas y el silencio se conjugo, ambos se exploraban con los labios hasta que la luna oscureció.

La faena había termina sobre el cómodo suelo acolchonado con pasto, ambos parecían terminar de disfrutar en las tierras de la inconsciencia, pero el remordimiento la anclaba a lo real. Con sumo dolor corrió para alejarse de su placer y al adentrarse a la habitación real un reacio hedor a sangre y sudores la freno, sobre sus sedas la hada y su principié en continuos y arrítmicos movimientos se tomaban en un frenético y fetichista coito salvaje.

El cuerpo de la princesa se relajo por completo. Con la mayor cautela posible tomo aire, corrió de nuevo al jardín se coloco sobre el joven y se concentro esta vez con mucha más cautela, precisión y detalle en repetir su deliciosa fantasía.

Desde ese día el juego se repite pero esta  vez en verdad fueron felices por siempre.

lunes, 11 de abril de 2011

otravez sobre el calor...

aunque parezca que soy una verdadero llorón, y lo acepto pero es que me incomoda, no, me irrita el calor, pero debo hablar de nuevo sobre el porqué hay algo interesante de él, hace tiempo una amiga se hizo de un novio francés, cuando le conocí yo le fui muy claro cuando dije que me gustaba su país porque era muy frio y el de una forma casi burlona me dijo "pero el frio es lo peor" aparte de eso aseguro que prefería el calor y ver el sol todo el día etc. al principio dije este wey cuando sienta el verdadero calor entonces se tragara sus palabras, pero luego cavilando un poco me puse a pensar que era porque la mayor parte de su vida estaba hecha en sitios muy fríos y por eso no compartía mi ideal utópico del frio...
Apenas hoy que estuvimos desmadrando por un rato este se quejo del calor unas 5 veces y e ahí cuando le tuve que hacer tragarse sus palabras... pero fue bueno este se trago sus palabras bien pero eso si me hiso recordar algo general mente cuando hace calor me gusta estar solo y siempre asegure que pasaría los tiempos de calor solo y heme allí con un extranjero acostumbrándose al sofocante calor y un sequito de deberes en puerta... y es que para estos tiempos infernales lo más refrescante es la soledad... por eso en esta ocasión dejare este archivo...

Condiciones

Solo estoy incomodo
incomodo con lo de siempre
Con lo que se hace incluso inconscientemente.
Que aunque la compañía sea abundante
simplemente estarás solo;
y no es que la soledad sea maligna, ¡no!
me encanta estar bajo su influencia,
anestesiado entre sus brazos y que te arrulle con silencio.
 No es la soledad quien me incomoda,
más bien, que aquellos con quienes la compartía me hayan olvidado.